
Quería volver al blog con un tema que me interesara en demasía, y qué mejor que escribir de aquella película que se volvió mi favorita por ahí por el 2014 hasta la fecha.
Dolls es una película de drama del año 2002 dirigida por Takeshi Kitano. Son tres historias que se cruzan en algún punto y que tienen en común dos sentimientos muy marcados: amor y culpa.

La historia principal trata sobre Sawako y Matsumoto, una pareja comprometida a la cual todo se le derrumba el día que Matsumoto, por presión familiar y económica, acepta casarse con la hija de su jefe. Sawako en su desesperación decide cometer suicidio, sin embargo sus padres se dan cuenta a tiempo. Matsumoto se entera el día de su boda de lo mal que está la persona a quien realmente ama, y con un gran cargo de consciencia abandona la ceremonia antes de que esta empiece, yendo en busca de Sawako a la clínica psiquiátrica. Lamentablemente ella se encuentra con secuelas, quedando en un permanente estado de catatonia, por lo cual no habla, le cuesta moverse y recordar; aún así ambos se marchan juntos con rumbo desconocido.

La segunda historia es acerca de una mujer mayor que va todos los días en el mismo horario al parque. Junto con ella lleva siempre un almuerzo que dice ser para su prometido, sin embargo nunca aparece nadie en el sitio. A modo de flashbacks nos muestran su juventud, donde la vemos todas las tardes almorzando en el mismo lugar con un misterioso chico que un día decide dejarla, no sin antes ella prometerle que seguirá yendo hasta el día que él decida volver. Varias décadas han pasado y aún le espera y es fiel a la promesa, pero ¿él la recordará? ¿Volverán a encontrarse algún día? ¿Cuál fue el motivo por el cuál no pudo estar más con ella?

Por último veremos a Haruna, una artista de pop (idol) muy exitosa, la cual tiene un accidente automovilístico que la hace perder un ojo. Debido a que su imagen perfecta es dañada decide retirarse de su carrera, una tragedia para sus fans fieles que la seguían en todo lo que hacía. Uno de ellos va hasta su hogar para poder conversar pero no consigue nada, pues le cuentan que la chica está avergonzada de su rostro y no permite que nadie la vea en ese estado. Es ahí cuando al hombre se le ocurrirá una “brillante” idea…
EL DIRECTOR

Takeshi Kitano es un artista multifacético que se convirtió en estrella en su país de origen debido a su participación en un dúo de comedia, en donde es apodado Beat Takeshi.
Con respecto a su trabajo dirigiendo, sus obras suelen ser en su mayoría dramas de mafiosos, pero a pesar de sus tramas policiales con escenas de bastante violencia, éstas se intercalan con otras plagadas de sentimentalismo, con personajes que suelen reflexionar mucho sobre la vida y las decisiones que han tomado a lo largo de esta.
Con esto dicho, debo mencionar que Dolls es probablemente lo más atípico de su filmografía, a pesar de que también tenemos vínculo con el mundo de los Yakuzas.
En la creación de esta película se nota una fuerte influencia del dramaturgo Chikamatsu Monzaemon, uno de los más importantes de Japón, quien escribía guiones para obras de teatro jōruri, la disciplina que dio inicios al bunraku (teatro de marionetas). Precisamente Dolls abre con una representación de bunraku interpretando “Meido no Hikyaku”, uno de sus trabajos más famosos, pero según Kitano, la idea de juntar ésta película con el arte de las marionetas Japonesas fue algo que vino a su mente tras ver las prendas del diseñador Yohji Yamamoto, pues él en un comienzo sólo quería desarrollar una película que tratase de una historia de amor trágica contemporánea, sin tener un lazo directo a nada antes creado.
VESTUARIO Y MÚSICA

Es por lo dicho anteriormente que el vestuario es una parte tan significativa de la película. Kitano ya había trabajado en otras ocasiones con Yohji Yamamoto encargándole el trabajo de sastrería, pero no fue hasta Dolls en donde le encargó algo más cercano a lo que acostumbra a hacer.
Si bien Yamamoto siguió a cargo del vestuario casual de los personajes, ésta vez tuvo un papel más importante al crear también los icónicos kimonos tanto de las marionetas como de los “muñecos humanos” (Sawako y Matsumoto). Su expertiz con los trajes oversize, drapeados y desgastes eran perfectos para ir mostrando el cambio de los protagonistas a través de las estaciones.
La música en la película si bien no es tan impactante como la parte visual, era un trabajo de cuidado, pues en el bunraku toma mucho protagonismo al marcar los ritmos y muchas veces ser lo que mueve el ambiente en escenas estáticas.
Fue hecha por Joe Hisaishi, famoso compositor conocido mayoritariamente por sus trabajos para las películas del Studio Ghibli. Al igual que Yamamoto, Hisaishi participó en muchas de las películas de Kitano, siendo Dolls -lamentablemente- la última. Kitano manifestó que el vínculo se rompió debido a que se volvió muy caro contratar sus servicios, mientras por otra parte Hisaishi alega que a Kitano no le había gustado lo que él creó para la película, por lo que discutieron y finalmente algunos de sus temas no fueron incluidos en el soundtrack.
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA

Sea lo que sea lo que pasó, debió ser una gran molestia en el momento para el perfeccionista de Kitano, pues se sabe lo fiel que es con sus colaboradores. El mejor ejemplo de ésto es su amistad con Katsumi Yanagishima, quien ha participado en diez de sus películas.
Yanagishima es un cinematógrafo, el encargado de todo el aspecto técnico de la estética de Dolls, destacando por su iluminación y composición. En palabras simples: el que acomoda todo en la escena para que el cuadro se vea bonito (observar el collage de arriba, en donde se nota su uso del color y luz principalmente en los rodajes nocturnos).

Reflejando en pantalla lo que Kitano quiere decir con su guión, nos mete en una montaña rusa de emociones en los que cada detalle o movimiento de cámara tiene algo que decir.
Podemos encontrar una gran cantidad de escenas similares que se repiten a lo largo de la película para dar énfasis a un mensaje particular. Lo que más se repite son las tomas desde las espaldas de los personajes, escenas de varios segundos o incluso minutos en donde los vemos alejarse. Todas estas marcan, sin mencionarse, una despedida, y son muy importantes en la trama: la despedida a tu pasado, la despedida a gente que conociste, la despedida al clima actual para comenzar una nueva temporada, o la despedida a tu propia vida.

Las tomas abiertas en donde sólo se ve a un personaje y no ocurre ninguna acción es también un recurso que se usa más de una vez. El peso de la soledad que sienten las tres protagonistas femeninas, las cuales son abandonadas una o más veces en lo que vemos de sus historias, es el tercer ingrediente principal de la trama.

Dolls es una película a la que hay que tenerle paciencia, y por lo mismo no es para el gusto de todos. Las tomas largas y sin diálogos no son usadas sólo para mostrarnos despedidas o meternos en la piel de las solitarias mujeres, si no que se utiliza a lo largo de las dos horas de duración, algo que no sólo es común de las películas de Kitano, si no del cine Japonés en general.
La primera vez que la vi quedé maravillada con sus colores y paisajes (grabados casi todos en Niigata y Saitama), pero con el paso de los años y al verla nuevamente se convirtió en mi tesoro audiovisual, el cual quiero compartir con todos quienes sientan alguna apreciación por el cine Nipón o lo que nos brinda visualmente el país en general.
Si aún dudan en verla porque temen aburrirse les dejo como ejemplo una escena que a mi parecer representa bien el ritmo de la película, y sobre todo, su carga emocional. (No influye como spoiler).